Este fin de semana estuve en un curso de superalimentos impartido por la marca Iswari para tiendas.

Probamos algunas recetas muy buenas (ya os pondré alguna por aquí, lo de la foto son trufitas de dátiles, frutos secos y superalimentos) nos hablaron de sus productos y lo pasamos muy bien en general.

Me gustaron mucho sus productos, son de buena calidad, tienen mezclas pensadas para facilitar la vida al consumidor (y con buen sabor) y la presentación es muy bonita.

Pero de las cosas que aprendí lo que más me ha sorprendido es que la espirulina pierde casi completamente su sabor al diluirla en aceite. Una cosa tan tonta y tan útil oye, porque mira que sabe mal y fuerte la condenada. Tampoco es cosa de comérsela a cucharadas así tal cual en su aceitito. Pero se puede poner un chorrito en las sopas, en las verduras,sobre un dip o hacer una vinagreta para aliñar la ensalada…

Y como sigo con las cremas de verduras esta semana, he hecho una crema de calabaza y zanahoria con un poco de aceite con espirulina para decorar. También le he puesto semillas de cáñamo para añadir algo más de proteína, y porque le van bien y están buenas.

La espirulina y el cáñamo son alimentos muy ricos en proteínas 33% el cáñamo pelado y hasta 57% la espirulina ambas de alto valor biológico (contienen todos los aminoácidos esenciales) de fácil asimilación. Por comparar, un filete de ternera tiene alrededor de un 25%.

Además son muy ricos en vitaminas, antioxidantes y minerales.

Son alimentos muy interesantes para deportistas, para personas que por edad o enfermedad tienen poco apetito y pérdida de peso y para complementar dietas vegetarianas o veganas.

También pueden simplemente sustituir algunas proteínas de origen animal en una dieta omnívora, pero en ese caso la idea no es añadir simplemente más proteínas a vuestra dieta (si sois de los de pisto con huevos de primero y filete de segundo es altamente improbable que tengáis una carencia de proteínas).

En mi caso son una solución para vagos, hago una crema de verduras para cenar y añado algo de proteína para completar. Evito tener que cocinar un segundo plato y ceno ligerito pero nutritivo.

También le he puesto miso en vez de usar sal (estoy intentando convencer a una persona con hipertensión de que se puede comer rico y bajo en sodio y por ahora voy ganando). El contenido en sodio de tres cucharaditas de miso equivale más o menos al de la quinta parte de una cucharadita de sal (algo menos si utilizáis miso blanco). Pero por supuesto podéis poner sal si os apetece. Si sois celiac@s utilizad variedades de miso sin gluten.

También se puede añadir media cucharadita de curri, un poquito de pimentón o una pizca de cayena molida.

Raciones: 4

Tiempo de preparación: 25 minutos

 

Ingredientes:

  • Unos 700g de calabaza.
  • Cinco zanahorias.
  • Tres dientes de ajo.
  • Una cucharadita rasa de cúrcuma en polvo.
  • Un chorrito de aceite.
  • Pimienta recién molida.
  • Agua.

Opcional para añadir algo de proteína y decorar:

  • Una cucharadita de espirulina en polvo disuelta en aceite de oliva.
  • Semillas de cáñamo.

Opcional para dar sabor:

  • Tres cucharaditas de miso (mi favorita)
  • Levadura nutricional.

 

Preparación:

Pelar la calabaza y las zanahorias.

Cortar en trocitos pequeños.

Poner en una cazuela, con un chorrito de aceite, los ajos pelados y la pimienta.

Rehogar a fuego medio hasta que los vegetales se doren.

Añadir la cúrcuma y remover un poco.

Poner agua hasta cubrir, ni la calabaza ni la zanahoria sueltan demasiada agua así que se pueden cocer en algo más de agua que otras verduras. En la foto veréis que hay muy poca agua, pero eso son manías mías, al final tuve que añadir casi un litro de agua.

Llevar a ebullición a fuego fuerte.

Bajar el fuego y cocinar a fuego suave hasta que la calabaza esté tierna. Unos 10 a 15 minutos.

Apagar, añadir el miso o la levadura nutricional y triturar hasta obtener una crema lisa, añadir agua si es necesario. Si ponéis miso, esta vez no es necesario diluirlo antes de añadir a la sopa, al triturar se disuelve perfectamente.

Para servir:

Podéis decorar con semillas de cáñamo y espirulina en aceite. Sorprendentemente la espirulina deja de saber a rayos cuando se mezcla con aceite.